El comienzo.... VARIA (Priv. Xanxus)

Entre tantas familias, este joven había nacido en una de las mejores, aun así, este a este tipo no le gustaba para nada el como se llevaba la familia a la que pertenecía, la familia Vongola, por lo tanto, sin mas, tomo su propio rumbo, como siempre, movido por el instinto, siguiendo solo sus propias intenciones, decidió, primero para tomar todo el poder necesario y hacerse con el control de todas las familias en el país.

Había logrado en el tiempo que se separo de Vongola, reunir a algunas personas "capaces" de seguir sus ordenes y con un poder de combate "decente" para ser almenos la carnada en las misiones que el encomendaba. Si, para el cualquier cosa valía en un comienzo para juntar las personas que necesitaba, el lo que buscaba, era tener gente de élite para lograr todo lo que se había propuesto, en un comienzo, solo serian asesinos prestando servicios al mejor postor, desde las sombras haciéndose mas y mas fuertes.

Ese día, un cargamento de provisiones se suponía que debía llegar a su refugio, mas este no aparecía, por lo tanto decidió levantarse de su trono para investigar que era lo que sucedía, seguramente aquellos que estaban encargados de traer aquello habían sido asaltados, era lo que esperaba, precisamente, se trataba de un trabajo que había aceptado, deshacerse de un grupo de ladrones que estaban causando estragos, liderados por una chica, mas los atracos que estos ladrones lograban cometer tenían muchos méritos, no era nada fácil robar a la infinidad de personas a quienes les habían robado, parecían no respetar a nadie, pero Xanxus sabia, claramente que esa organización, no podía ser de ladrones comunes, había una mente tras ello que ideaba estrategias a prueba de fallos, por lo mismo, decidió ocupar aquello para esta misión, su carnada había dado resultados, la mercancía marcada con un dispositivo de seguimiento había sido ya robada, por lo tanto, Xanxus solo decidió ir por aquellos ladrones y tomando en cuenta, que nadie mas que el era toda su familia en ese momento.

Desde el aire, llego al lugar desde el cual la señal de la mercancía le indicaba, era un campamento, hasta el momento todo había sido demasiado fácil, como siempre, ahora solo debía crear caos y en medio del caos obtener lo que busca. La foto de la líder de la banda de ladrones seguía en la memoria del mayor, sabia perfectamente a quien buscaba...

Desde lejos, sus armas comienzan a brillar muy intensamente de dorado y deja salir una gran ráfaga de flamas de ira, las cuales al impactar con el campamento, produjeron una gran explosión, luego de eso a gran velocidad, se acerco al lugar, disparando en todas direcciones de las cuales veía enemigos salir, eran solo aficionados, tanto que se dio cuenta que ni siquiera necesitaba usar sus armas, solo sus manos limpias, muchos de los ladrones huyeron, otros intentaron defenderse del ataque, pero no sabían de que se defendían, solo había una "Bestia" o almenos eso era lo que ellos percibían de aquel que estaba destruyendo todo a su paso.

Finalmente el ultimo de ellos cae al piso de un certero golpe en la mandíbula, luego, dejando caer flamas sobre el cuerpo inconsciente del pobre ladrón... Ahora solo le quedaba un punto el cual revisar, la única tienda del campamento que estaba casi intacta, camina hacia ese lugar, a las puertas de la tienda, ve a la albina. A una distancia de solo 10 metros, en completo silencio, mirándola directamente a los ojos, esperando alguna reacción de la contraria, claramente ella es quien mandaba a los inútiles que estaban en ese lugar... Su inteligencia estaba siendo desaprovechada, Xanxus la quería para el, por lo tanto, con esto mataba dos pájaros de un tiro, había desbaratado la banda de ladrones, consiguiendo un buen dinero y claramente dentro de sus intenciones estaba quedarse con su primer miembro de la familia, aunque... Si la chica no era capaz de sobrevivir a la prueba de Xanxus, simplemente el joven de cabellos oscuros y fiera mirada se vería obligado a buscar en otro lugar, no le importaba demasiado, pues siempre obtenía lo que quería y esa no seria la excepción.

Aquello estaba a punto de comenzar, sus ojos, como los de una bestia estaban fijos en la de ojos plateados... Escucha sus palabras mas no le interesan, solo estaba con su mente completamente en el objetivo que tenia, llevarse a la chica, pues la primera parte del plan ya estaba realizada, destruir cualquier lugar al que pudiese volver, ahora que la chica no tenia nada, solo habría una cosa que le podría quedar.

A penas terminan las palabras de la chica, de su mano un color dorado intenso comienza a salir y parpadear, podría decirse que en el rostro del moreno una gran sonrisa se veía, podría ser que la de cabellos plata seria la primera en ver una sonrisa del joven, pero esta, no era por felicidad, era una sonrisa completamente maligna, terminaría de destruir todo aquello que la chica había construido, la única tienda que quedaba en pie y sus mercancías, de paso intentando dañar seriamente a la chica.

-Muere, Basura- Son sus únicas palabras antes de soltar las flamas que estaban concentradas en su palma y hacer volar todo a su alrededor, sin siquiera medirse un poco, sin importarle si la contraria sobrevivía o no, ahí estaba la primera prueba de la contraria, una de las cosas que decidirían si era apta para ser la primera en su familia, aquella que llevaría por nombre, Asesinos de élite Varia.

Aquella explosión había sido poderosa, todo en 10 metros frente a el fue casi completamente calcinado por las flamas, estas no eran normales, no era simple fuego, era mucho mas que eso, esa era una demostración como siempre, el mayor, debe demostrar a los menores por que se encuentran mas abajo en la escala alimenticia, así era siempre con Xanxus, todo o nada.

Todo era caos después de que el de cabellos negros destruyera todo el lugar, era un mar de tierra negra y cenizas, ademas un viento que soplaba fuerte, movía todos los pequeños escombros entre aquellos que en cuestión de segundos habían comenzado una batalla, sin embargo al parecer, esta batalla ya estaba completamente decidida o almenos inclinada a favor de uno de los dos, pues solo con el primer ataque, el de cabellos negros vio que los daños si tocaron el cuerpo de la contraria, mas grato fue el ver, que la chica seguía en pie, aquello le hace sonreír de satisfacción, y solo viendo los ojos de la albina, pudo notar, o su instinto le dijo a gritos que ella simplemente no terminaría ahí, mas eso era lo que el de ojos depredadores buscaba, alguien que prefiriera morir a la derrota.

Ve a la albina abalanzarse como una fiera en contra, saca sus dos armas rápidamente, se disponía a disparar con la derecha a la contraria, pero su instinto le dice que se mueva de ese lugar, por lo que con la izquierda dispara hacia atrás, a super velocidad termina justo frente a la albina con una de sus armas en el estomago de la contraria *Desaparece, basura* Su arma brilla de un intenso color dorado y a punto de disparar, pero por alguna razón, no disparo, a esa distancia, a esa mínima distancia, miro a los ojos de la contraria, buscando algo, algo que había encontrado, algo en su interior le decía "ella es" mas, como siempre, buscaba que la persona a la que estaba midiendo diera un poco mas de si misma, esa vez no disparo, quería ver la reacción ajena al ver que había sido perdonada en ese momento, probablemente aquello le sacara de sus casillas, así que, una vez mas estaba completamente concentrado en el combate, las cosas se pondrían serias a partir de ahora.

Sabia claramente por como la contraria tomaba su espada, que esta era sumamente diestra con ella, que cualquier corte con la misma podria causar graves daños a su integridad, saber eso hace que las pupilas del de cabellos negros se contraigan dejando claro que ahora va en serio, en ese mismo instante en el que todas aquellas cosas pasaron por su cabeza, su aura se intensifico en gran medida, estaba completamente preparado para el combate, como si su personalidad hubiese cambiado, o la persona fuera otra.

Lo había conseguido, luego de ese pequeño intercambio de habilidad, noto claramente que la chica había despertado, claro, así debía de ser, la batalla debía ser con todo, no podía ser que aquella persona en la que se había fijado fuese derrotada en primera instancia solo por no tomarse en serio las cosas, solo mirar los ojos ajenos hace que su piel se erice por el combate, estaba a punto de comenzar algo grande, mas se preguntaba, cuanto de si mismo podía dar contra la chica de la espada, sonríe leve y luego se relame los labios, hacia tiempo que algo no le emocionaba de esa forma.

La chica era muy rápida y sus movimientos fluidos, tácticos, como si cada parte de su cuerpo se moviera respondiendo a un plan, los ojos del de cabellos negros, vieron cada uno de estos y decidieron al instante la solución a aquel peligroso ataque, la distancia era demasiado corta, definitivamente no se sentía cómodo por lo tanto, ante el movimiento ajeno simplemente, apunta el arma que ya había cargado con una fuerte cantidad de flamas de ira hasta una pierna de la chica, y con la otra mano, apunta a la mano hábil en la que la albina traía su espada, dos objetivos, lastimar su mano hábil y restar movilidad, no le importaba del todo si no le daba, puesto que las explosiones tras el disparo harían su trabajo, una vez disparo, dejo que el impulso de las flamas se lo llevara del lugar, retrocediendo en menos de un segundo unos 10 metros de distancia, ahora se sentía mucho mas seguro.

Una vez lejos de la contraria, siente como un liquido comienza a bajar por su frente, "¿Sudor?" piensa el de cabellos negros, mas el color carmesí comienza a entrar en sus ojos, lleva una de sus manos a la frente, revisa aquello, era su propia sangre, tenia un profundo corte sobre la ceja derecha, a su parecer, había esquivado por completo la espada de la chica, pero aun así había salido lastimado, no entendía por que, mas eso simplemente hace que su paciencia "si es que tiene" se termine, cierra los ojos un segundo, pero al volverlos a abrir, simplemente sus manos ya se habían movido por inercia, con ambas pistolas apuntaba a la nube de polvo que se levanto luego de los disparos a quemarropa contra la contraria, comenzando a disparar como poseso una y otra y otra vez, ya no le interesaba si la chica vivía.

El humo ya comenzaba a disiparse, comenzaba a volver la tranquilidad luego de la tormenta que había durado unos segundos, tanta destrucción en tan poco tiempo solo podía ser obra de aquel joven de fiera mirada, una vez el humo y la polvareda descendieron lo suficiente comenzó el joven a caminar hacia la chica, arma en mano, andar seguro pero sin arrogancia, no iba dispuesto a lastimarle mas, a menos que ella claramente se resistiera a rendirse, debía aceptarlo por un momento, la chica le había sorprendido, pero a veces, ninguna estrategia puede contra la fuerza demasiado bruta.

Mientras mas se acercaba, mas extraño se sentía, ¿Que estaba pasando por la cabeza del joven? de pronto, solo mirando a la contraria su cuerpo se siente extraño, su ser siente completamente diferente, sobretodo con respecto a la joven herida de cabellos plateados, parecía estarse rindiendo, más algo le decía que no seria todo tan fácil, por lo que avanza apuntándole, pero mientras mas se acercaba, mas se fijaba en los detalles del rostro ajeno, sus labios, sus curvas, niega con la cabeza, algo andaba mal mas llegado este punto, no puede detenerse, no puede dejar de acercarse a la contraria por ningún motivo, quiere hacerlo.

Una vez junto a ella, la toma del mentón firmemente, la mira a los ojos directo mientras coloca la punta de su arma en el pecho de la chica, la examina, en ese momento deseaba besarle, cosa que no había sucedido jamas por nadie, mira de muy cerca el rostro de la chica, su mano, pasa a la nuca de la contraria, tomándola firmemente por el cabello, con la punta de su arma hirviendo por el calor de los disparos, corta un mechón de este y dice *Desde ahora en adelante me sigues sin importar que, a cambio de tu vida* Finalmente no puede resistir mas, toma los labios de la contraria de manera demandante y posesiva, suelta sus armas, con ambas manos la toma de la cintura, la atrae contra su cuerpo y se levanta con ella en ese instante, su mente estaba solamente cociente de lo que la chica hacia, su oído, tacto, olfato, gusto, todo en su cuerpo estaba completamente depositado en lo que ella hiciera, se había rendido ante una mujer como nunca antes lo había hecho, en todo su tiempo, con todo el poder que tenia, aquella chica simplemente le era irresistible y le había desarmado y el, no se había dado cuenta de nada.

Al besarle, al sentir la presión de la chica se da cuenta de inmediato que algo andaba mal, siente parte de su energía irse de su cuerpo, frunce el ceño, pero no puede hacer nada, su cuerpo no quiere, así que de la nada, termina en el piso, no se dio cuenta de lo mal que andaba todo cuando tenia una cuchilla justo sobre su pecho, no terminaba de comprender, hasta que se dio cuenta de lo que pasaba, algo hizo la contraria y el había caído completamente en ello, pero, ¿Por que la chica no le asesinaba? tenia la oportunidad perfecta para hacerlo, mas no hacia nada, la toma del cabello y la lanza al piso con fuerza y ahora es el quien queda completamente sobre ella, busca con sus ojos su arma, cuando con su mirada llega a su propia mano, aun tenia el mechón de cabello de la contraria en ella, luego mira a la chica, coloca aquel mechón de cabello en el adorno que cuelga de su cabeza, era su trofeo de batalla.

Se levanta una vez termino con el mechón de la chica, camina tranquilamente pensando en la razón por la cual de pronto se encontraba con la chica en sus brazos, la razón por la cual le había besado, no terminaba de entender precisamente por que algo que no le había interesado en toda su vida, de pronto era una necesidad imperante, aunque, debía admitir, no estaba nada de mal aunque, su rostro nunca lo admitiría. Llega a sus armas, las toma, mira a la chica, no dejaba de parecerle bella, no dejaba de pacecerle hermosa e irresistible, pero, se acerca a ella, en su mente había una cosa, ahora ella seria suya en todo sentido, no solo como una mas de sus soldados, si no que también como mujer, frunce el ceño y coloca su arma en la frente de la contraria diciendo unas ultimas palabras *De ahora en adelante me sigues, sigues mis ordenes al pie de la letra y si fallas te mueres, esta es la única vez que te doy una segunda oportunidad... Basura* Guarda sus armas, se da media vuelta y comienza a caminar tranquilamente tal como llego.

Estaba completamente tranquilo ya, pensaba que todo había terminado, guarda sus armas cuando escucha los murmullos de la chica, también cuando exigía algo de vuelta, lo cual, no tenia idea de lo que se trataba, la mira a los ojos y antes de que pudiera responder algo la chica se lanzaba nuevamente contra el, se veía que ella estaba de alguna forma fuera de sus casillas, porque solo se lanzó no se ve que ella tuviese cuidado alguno al ir contra el de cabellos negros, el cual la recibe con un puño, el cual apunta directamente a la mandíbula de la contraria, no podía entender como era posible que fuera tan testaruda, había perdido la batalla hacia ya tiempo, pero aun así, parecía querer seguir peleando.

*Sea lo que sea que quieres que te entregue no lo haré, eres mía y ahora harás lo que diga, y lo primero es que aprecies mas tu vida basura, no me sirves de nada muerta* pensaba por un momento si acaso era tan inteligente la chica como su instinto le decía, pues luego de estudiar sus planes de ataque, con los que ella había conseguido innumerables botines a armadas seguras, incluso una de las bodegas de los Vongola habían sido asaltadas por ella y ella había salido victoriosa, no podía creer que se expusiera tanto en un solo ataque, y menos aun, por algo que Xanxus no tenia idea de que quería recuperar.

Se da media vuelta y comienza a caminar en dirección a su base *Vienes conmigo ahora, es una orden*

Hace caso omiso a las palabras de la chica, solo camina a lo que fuera su antojo, a lo lejos una de las naves que le llevarían hasta su hogar en el lugar donde se asentaban los Vongola. *Pues ahora me perteneces y punto, no me interesa que sea del pasado, y no, te derrote, parte de ti es mi trofeo, se acabo... no puedes seguir luchando sin poner tu vida en juego, me sirves mas viva que muerta* Fueron sus ultimas palabras, no diría nada mas al respecto hasta ya estar en casa.

Al estar cerca ya de la nave, habían cuatro personas fuera de esta, todos parecían fuertes, al llegar ahí, el liger simplemente antes de entrar a la nave dice *Ella es mi segundo al mando, acataran sus ordenes después de las mías, ademas es nuestra estratega, ademas es mía* Entra en la nave y se sienta tranquilamente, con los brazos cruzados en una especie de trono que había en aquella nave, mientras los otros cuatro tipos afuera hacen un leve ademan de saludar a la chica, a regañadientes obedecen a Xanxus porque saben que sus vidas estarían en peligro de no hacerlo, es mas, al lado del liger siempre sus vidas están en peligro, pero al ver a la de cabellos platinados en ese estado simplemente sonríen.

*Ni se les ocurra hacerle algo, ella dio mas pelea que cualquiera de ustedes y nunca se rindió, basuras* Luego de aquello se acomoda y queda completamente dormido y los que estaban afuera, solamente esperaron a que la contraria su "lider" subiera, para poder subir ellos una vez escucharon las palabras de Xanxus.